Autocritica exterior (segunda Parte)

Seguramente apretar el gatillo no me cueste ni el mas mínimo esfuerzo, no suelo dudar en una decisión importante y creo bajo mi opinión personal que esto es una decisión vital. Lo que me impulsa mantener el cañón por un rato en mi boca es intentar ver los trazos que hará mi sangre contra la pared que tengo a mi espalda, cuanto tardare en morir desde que sale la bala hasta que reviente mi cerebro. Me gustaría tanto poder grabarlo en vídeo y luego visualizarlo a cámara lenta, a cámara rápida y de las mil formas que pudiese.
También mantengo el gatillo sin apretar por la simple razón de jugar a dar tensión, quiero sentir ese fervor que no me ha hecho sentir nadie y que este objeto de la muerte me regala. Puedo visualizar toda mi vida y me enfurece tanta mediocridad. De donde vengo? a donde pretendía ir? he aprendido todo lo que era necesario para ser una persona digna? son preguntas que no me importan demasiado pero que me planteo para azotar mi integridad emocional.
Adoro estar tan cerca de la muerte y decidir si me voy o me quedo... Siempre he sido dueño y señor de mis actos y sentimientos.