La incertidumbre es el peor enemigo del ser humano. Descentrar a una persona es fácil si la mantienes en la intriga, en la oscuridad, en un velo tupido de sombras apenas tangible que no deja entrever lo que va a pasar. Es mejor saber el final ya sea trágico o feliz, para ello te podrás preparar con tus mejores armas, con tu máxima voluntad, pero no saber si mañana te desangraran poco a poco o si te lloverá dinero del cielo es la peor tortura.
Me gustaría sentarme en la orilla del mar con una cerveza y mis mejores compañías, mis amigos de gala. Sentarnos a arreglar el mundo, crear guerras contra tanques con la única defensa de piedras, sonreír y saber que en una irrealidad y en un alarde de felicidad ficticia nosotros podríamos variar el rumbo de la especie humana.
Esto no es ficción y la realidad cerca de desbordarme se confabula para que yo, Jose, una vez más me vuelva más peligroso que un perro herido. No se si saldremos de pie, si reptaremos hasta nuestra propia tumba, solo se que no me quedaré parado viéndolas venir, aunque el desgaste de energía empleado empieza a ser evidente en mi tanto física como psíquicamente.
Soy y seré una vez más el hombre que se reinventa y aunque más frio, sale fortalecido una vez tras otra.
Feliz día de la madre a todas las madres, en especial a la mía.
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