apocalyptica Armageddon

Son mas buenos y frenéticos y mi corazón hubiese reventado en esquirlas irreparables en su concierto hace unos años ya (L)

Ram Jam

Oh yeah


Si creeis que me importa algo o alguien vamos listos mis pequeños.

Entrada Fugaz

Y tú, sólo tú eres el único culpable,
el cielo presagia una auténtica debacle.
Y ven, mi amor, ven, acompáñame al desastre,
y ten, mi amor, ten, éste es el premio que ganaste,
y crack, mi amor, crack, vas a dejar de quejarte,
y crees que puedes decidir irte o quedarte,
y plas, miss, plas, plas, a puta no te gana nadie.

Desarmados nos sentamos en la mesa a cenar. Dejamos a un lado el sistema de defensa y aún siendo más vulnerables que nunca decidimos no atacarnos.
Una tregua para esta guerra de dolor llamada vida.

Autocritica exterior (Final)

Sigo aquí, con la pistola dictando sentencia. La verdad es que me paro a pensar el por que estoy en esta situación y no encuentro respuesta. Es como si mes castigara por ser quien soy, es como si quisiera terminar una patética historia absurda que nació con el polvo de los padres que hoy no aprecio.
Apoyo el revolver en suelo, miro a los lados y tan solo dos paredes blancas y sin ningún atrezzo se alzan rodeándome. Por megafonía escucho el anuncio de mi tren, salgo del lavabo donde estaba sentado y le regalo el arma a un hombre con cara de felicidad acompañando el acto con las palabras "Úsala, toda felicidad aparentada es mala, yo debo marcharme a Valencia y no tengo ni un segundo para hacer lo que harás tu."

Al cerrarse la puerta tras de mi escucho un sonido ensordecedor y el sonido de su cuerpo desplomándose me lo imagino yo. Me sabe mal darle trabajo a los bedeles, espero que lo entiendan.

Autocritica exterior (segunda Parte)

Seguramente apretar el gatillo no me cueste ni el mas mínimo esfuerzo, no suelo dudar en una decisión importante y creo bajo mi opinión personal que esto es una decisión vital. Lo que me impulsa mantener el cañón por un rato en mi boca es intentar ver los trazos que hará mi sangre contra la pared que tengo a mi espalda, cuanto tardare en morir desde que sale la bala hasta que reviente mi cerebro. Me gustaría tanto poder grabarlo en vídeo y luego visualizarlo a cámara lenta, a cámara rápida y de las mil formas que pudiese.
También mantengo el gatillo sin apretar por la simple razón de jugar a dar tensión, quiero sentir ese fervor que no me ha hecho sentir nadie y que este objeto de la muerte me regala. Puedo visualizar toda mi vida y me enfurece tanta mediocridad. De donde vengo? a donde pretendía ir? he aprendido todo lo que era necesario para ser una persona digna? son preguntas que no me importan demasiado pero que me planteo para azotar mi integridad emocional.
Adoro estar tan cerca de la muerte y decidir si me voy o me quedo... Siempre he sido dueño y señor de mis actos y sentimientos.

Autocritica exterior (primera parte)

Me he permitido el lujo de desconectar por un día. Que es algo que siempre he tenido ganas de hacer. Salirme de mi trayectoria habitual, pasearme por la calle como si no fuera yo, ir a la deriva por los sitios por los que no paso nunca. Ser el pasajero clandestino de mi propia vida. Mientras sostengo el magnum de tambor rotatorio con sus balas de 49mm me planteo hasta donde llega la reciprocidad entre mi amor propio y mi odio. Es algo que no se contestar ni sabré contestar jamás y por ello me encanta preguntármelo. Soy un ser muy alejado de lo magnánimo, me gusta saborear las derrotas y reprocharme las victorias.
Voy a lavar el cañón de mi magnum para que no sepa a oxido cuando me lo meta en la boca.